La empresa británica Dr. Martens asume una caída en el mercado estadounidense y se mantiene a flote con las expectativas en Europa y Asia

“Un hilo amarillo que lo mantiene todo unido”, así se publicita la icónica marca Dr. Martens. Las botas que defienden su seña de identidad mediante un pespunte de color uniforme que las vuelve resistentes a todo parece no estar viviendo su mejor momento. Al menos en el ámbito financiero.

Hace unos años llegaron a convertirse en una de las máximas tendencias, llegando a ser imitadas por múltiples empresas de fast-fashion. Sin embargo, acabando el 2023, la marca británica anuncia que las ventas no están yendo como se esperaba. Sus títulos han llegado a desplomarse un 21,4% en la bolsa británica durante este último ejercicio.

La empresa comunicó que el negocio en Europa y Asia continúa con las expectativas, pero que el mercado norteamericano se ha vuelto mucho más complejo. “Vemos claro que tenemos que reactivar el mercado de las botas en Estados Unidos, y estamos tomando medidas relevantes para hacer frente a estos vientos en contra. Es nuestra prioridad número uno”, declara Kenny Wilson, consejero delegado de Dr. Martens.

Tratando de reforzar la imagen de marca, asume que su crecimiento sigue muy ligado a la música y a la cultura urbana. No obstante, también ha optado por atraer a nuevos consumidores mediante colaboraciones con el sector del lujo, como Marc Jacobs, o con museos, como la National Gallery.

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